Intuyo la fuerza de la resignacion,
apoderandose de el angulo,
que sostiene mi rigidez.
Intuyo como aquella fuerza,
se transforma en comprensión,
y me pongo una venda en los ojos,
y vivo en un fantastico mundo,
en donde creo que lo mio es mio,
desde hace siglos.
Y me muevo eterna,
como si nada sintiera,
como si nada pasara.
Creyendo. Cayendo.
Y asi la vida que vivo,
es solo lo que imagino,
y no lo que sucede.
Pega con cemento de contacto ;
concluir con un;
No hay peor ciego,
que el que no quiere ver.
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